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La historia del contrabajo tiene sus orígenes en el momento de la creación de la familia de los violines en el siglo XVII en Italia. Durante mucho tiempo, y aún hoy, en ciertos medios, el Contrabajo ha sido considerado como miembro de la familia de las violas de gamba ya que ésta familia de instrumentos había tenido una evolución paralela a la de los violines y sobre todo una importancia mucho más significativa a nivel musical: en efecto el violín y sus semejantes no eran aceptados, en Francia, sino únicamente como para ganarse lo del pan. Así pues, se tocaba la viola de gamba y se vivía del violín. Sin embargo, en un grabado de 1580, están representados uno de los primeros contrabajos y violines en Francia y por otra parte se encontraron una gran cantidad de instrumentos que no podían ser de la familia de las violas de gamba por su fabricación y que sin embargo son los antepasados de los actuales contrabajos. Este instrumento, que es el más grave de la familia de los violines, es pesado y bastante voluminoso. Por consiguiente, es natural que durante mucho tiempo dicho instrumento no haya tenido mucho éxito en el medio de los músicos quienes obligaron a los luthiers a que hicieran algunas modificaciones, y de tal forma crear un instrumento que fuese una replica exacta del violín pero mucho más grande.

Las principales transformaciones que podemos identificar en la actualidad son las siguientes :

• Mecanismo de tensión de las cuerdas: La tensión de las cuerdas de un contrabajo es demasiado importante para permitir un ajuste preciso por medio de clavijas en madera. Es por esto que éstas fueron remplazadas par un sistema de "roue et vis" sin final.
• Cambio del acorde: Los instrumentos de la familia del violín están todos afinados por quintas, menos el contrabajo cuya afinación está hecha por cuartas, lo que durante un tiempo llevo a pensar que éste venía de la familia de las violas de gamba. En realidad una afinación por cuartas hace que el contrabajo se pueda tocar más fácilmente puesto que el músico realiza menos cambios de posición.
• Alteraciones de la caja armónica: con el fin de facilitar el toque del músico en posición alta, los "hombros" del contrabajo se hicieron caídos, en un principio en forma de manzana y luego de pera. Además las tablillas de la parte superior fueron achicadas a causa de su grosor, el cual era bastante importante, e incomodaban el músico al tocar.

Teniendo en cuenta estas modificaciones que fueron posibles gracias a la sabiduría de los luthiers, hoy en día podemos clasificar los contrabajos en 3 grandes familias:

• Tablas de fondo plano con el chaflán cortado hacia arriba.
• Tablas de fondo arqueado con el chaflán cortado hacia arriba.
• Tablas de fondo arqueado a nivel del clavijero.

La presencia del contrabajo en las orquestas durante el siglo XVIII fue de las más restringidas en Francia, contrariamente al violonchelo, mientras que en todo el resto de Europa las proporciones de contrabajos y violonchelos eran idénticas e incluso favorables al contrabajo. Hasta mediados del siglo XIX, los contrabajos estaban ubicados de manera dispersa dentro de la orquesta, y fue solo en 1844 que Hector Berlioz describió la disposición actual de los instrumentos en una orquesta. La enseñanza del contrabajo ha sido generalmente un verdadero calvario. Hacia 1830, todavía no existía ningún tratado didáctico, el contrabajo percibido con prejuicios desfavorables por parte del público y de los músicos, y los profesores y directores de colegios incitaban sus peores alumnos a tocar contrabajo. 

El contrabajo ha tenido hasta el momento un pasado bastante agitado. Es sin embargo lamentable que en ciertos medios sea percibido como un instrumento de segunda categoría a pesar de que sus cualidades como instrumento solista fueron demostradas tanto en el repertorio clásico como en el de jazz. La admiración que al parecer suscita el contrabajo desde hace casi veinte años parece sin embargo demostrar que dicho instrumento corre el riesgo de tener un mejor auge durante el siglo XXI que podría ser comparado al que tuvo el violín durante el siglo XIX.