Aliénor Lutherie - Recepción

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La historia de la viola inicia con la creación de la familia de los violines en el siglo XVI en Italia. Es probable que su antepasado más cercano sea el Rebec, que es una especie de violonchelo plano de 3 cuerdas que se utilizaban para acompañar los trovadores durante sus recorridos. Los modelos más antiguos que aún existen son dos violas relativamente grandes, fabricadas por el "luthier" Gasparo da Salò.

Fue bastante utilizada a comienzos del siglo XVII. En un principio existieron dos instrumentos : la viola tenor (tenore viola) y la viola (alto viola), ambos tenían la forma global definitiva de la viola tal como la conocemos hoy en día. La viola tenor desapareció en el siglo XVII pues tocarla resultaba muy complicado. En efecto, su peso y su volumen son tales que éste no puede ser tocado de una forma tan virtuosa como el violín o el violonchelo, creando así inconvenientes de escritura difíciles de respetar para el compositor que escriba para un cuarteto de cuerdas.

Bastante utilizada en obras antiguas como Orfeo (1607), la opéra de Claudio Monteverdi, la viola pasó a un segundo plano a finales del siglo XVII y del siglo XVIII, en los cuales se le asignaron modelos más pequeños. Con la renovación de la viola en composiciones como la sinfonía para viola y orquesta, Harold en Italia (1834) de Hector Berlioz y de obras para solista de Brahms y de Schumann, en ese entonces los grandes interpretes de la viola volvieron a ser protagonistas en el escenario. Pero, a partir el siglo XVIII, la viola fue ante todo utilizada en grupos de cámara y en los cuartetos de cuerdas.

La viola es un instrumento de la familia del violín, que se toca apoyándola sobre el hombro izquierdo, sosteniéndola con ayuda del mentón. Tiene cuatro cuerdas afinadas en do sol re la (la arriba del do fundamental). Es entre dos y siete centímetros más larga que el violín y está afinada una quinta más abajo; los tamaños de la viola varían más en relación a los del violín y el violonchelo. Las violas tienen una tonalidad suave y llena de resonancias en el registro inferior, y una tonalidad rica en los registros medio y superior.

La enseñanza de la viola es dada en los conservatorios y escuelas del mismo modo que el violín, aunque se haya constatado que el empleo de la viola en las diferentes obras musicales es menos interesante : algunos compositores piensan que su forma de tocar el instrumento no ha sido favorecida ni con la forma de tocar el violín, pues no posee el virtuosismo de éste, y tampoco con la del violonchelo, ya que no puede reproducir sus multifónicos, la viola es solamente utilizada gracias a la riqueza de su timbre. Actualmente los conservatorios y las escuelas de música enseñan la viola a los niños más pequeños. 

La enseñanza de la viola no puede hacerse con instrumentos de tamaño entero. Los profesores deben entonces recurrir a instrumentos de tamaño reducido (1/4, 1/2 o 3/4). Sin embargo en la mayoría de esos casos se trata de instrumentos de importación dotados de una sonoridad mediocre. En consecuencia, la viola es hoy en día un gran instrumento, a pesar de que su presencia es a veces condicionada por la percepción que el compositor tenga en cuanto a su aporte musical con respecto al del violín o al del violonchelo. Aún así sigue siendo un instrumento desconocido para muchos a pesar de que su repertorio sea bastante extenso, y que su cálida sonoridad sea muy apreciada en las orquestas de cámara.  

 


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